Ressorgiment, Buenos Aires (JUL 1920)

 "El separatismo catalán, crece más cada día", cita de El País, un diari existent a Madrid el 1920. Certes coses no canvien...

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"No nos engañemos. El separatismo catalán, crece más cada día. El desamor a España la fomentan los Gobiernos con sus torpezas. El odio lo crean estos pobres cerebros faltos de capacidad, de comprensión, que con sus ruines conceptos alimentan la hoguera de la discordia. 

Si no se pone pronto en práctica una política de atracción, que tenga por base el reconocimiento de las justas demandas de Cataluña, la temida catástrofe será inevitable.

El País de Madrid, 3 de juny de 1920."

(Ressorgiment, Buenos Aires (juliol de 1920)

 

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Vegeu també:  Durán Franco, Miguel Ángel. El problema catalán y la opìnión pública (1898-1923), p. 229-238.

http://institucional.us.es/revistas/contemporanea/6/art_10.pdf

"En relación con estas posturas dilacionistas estaba la inicial argumentación de Francisco Silvela, basada en su célebre definición del catalanismo como "una enfermedad nerviosa y literaria". En un discurso tantas veces citado, el por entonces Precersidente del Consejo de Ministros afirmaba:

•  'Yo creo que hay un gran número de enfermedades, y singularment las enfermedades nerviosas, para las cuales es especificamente perjudicial todo lo que sea la excitación y aun la conversación sobre ellas; y no le doy al catalanismo más alcance ni más carácter que el de una verdadera enfermedad nerviosa".
  

Por contra, Romero Robledo, declarado enemigo del catalanismo desde sus inicios, como antes lo había sido del autonomismo, abdanderaba la posición actante cuando en la misma sesión del Congreso declaraba:

• No soy de los que creen que las enfermedades se curan por sí solas, ni tampoco de los que entienden que ocultar la enfermedad en curarla".  Diario de Sesiones de Cortes (Congreso), 20 de febrero de 1900, p. 4645.
  

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"El impacto del problema catalán en la opinión pública y en la política españolas estuvo condicionado en ocasiones por prejuicios ideológicos, y por el interés de loa partidos dinásticos por mantener el equilibrio político, social y económico del sistema. Mas en no escasas oportunidades reflejó las consecuencias directas del encuentro de dos nacionalismos en formación que se contemplaron mutuamente como incompatibles: el nacionalismo español y el nacionalismo catalán. A mi juicio, el estudio del primero es básico poara comprender la naturaleza de las respuestas del Estado y de la propia sociedad española de la época frente al problemas regional-nacional." (p. 280)